30 mars 2018
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Ximena Urtubia Odekerken, « Conclusión », Ariadna Ediciones, ID : 10670/1.i7zttc
Hasta 1925, la representación tradicional o inicial del militante era la del comunista crítico y proactivo, con una moral intachable y consecuente con su experiencia en el seno de los sindicatos y en las luchas sociales. Para el PC chileno, este tipo de persona era quien, a través del ejemplo o la palabra, lograría concientizar a las masas y así posicionar al partido en la conducción del proceso revolucionario. Sin embargo, desde fines de ese año, este modelo hegemónico, tanto en los discurso...