1994
Ce document est lié à :
https://hdl.handle.net/20.500.13089/5y4p
Ce document est lié à :
https://doi.org/10.4000/books.pumi
Ce document est lié à :
info:eu-repo/semantics/altIdentifier/isbn/978-2-8107-0816-1
Ce document est lié à :
info:eu-repo/semantics/altIdentifier/isbn/978-2-85816-231-4
info:eu-repo/semantics/openAccess , https://www.openedition.org/12554
Ana Vian Herrero, « Capítulo II. El ejército se apodera de Roma », Presses universitaires du Midi
Las gentes, al huir confusamente por las calles, hacían crecer el espanto en Roma y avivaban la esperanza de victoria de sus invasores. Después de las primeras muertes indiscriminadas comenzó el verdadero asalto, yendo a las fuentes de riqueza, a las casas patricias de toda la ciudad.El procedimiento de saqueo, según el Cardenal de Como, tenía varias fases: en una primera negociación que llevaban a cabo los capitanes imperiales establecían una composición de elevadas sumas de dinero o tallas a...