Memoria y representación simbólica tras la matanza en Acteal, Chiapas, 22 de diciembre de 1997

Résumé Es En

El presente artículo busca rastrear las huellas de las representaciones artísticas y simbólicas y su impacto en la memoria, en torno a los sucesos acaecidos el 22 de diciembre de 1997 en la comunidad de Acteal, Chiapas. Se parte del supuesto de que la preservación y la simbolización de la violencia ejercida por el poder estatal, son manifestaciones de un contrapoder y un gesto de resistencia por parte de quien debiera ser en última instancia el depositario de la soberanía, según los términos de la filosofía política moderna, esto es, el pueblo. Esta tendencia a la simbolización fue un rasgo consistente que caracterizó al movimiento insurgente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) desde los primeros días de su levantamiento armado, en enero de 1994. Tras doce días de combates y enfrentamientos con el Ejército Mexicano, fue muy probablemente el núcleo discursivo y simbólico del propio movimiento filtrado en la conciencia de la sociedad civil (a través de medios masivos de comunicación como la Internet), lo que detuvo las hostilidades y colocó al conflicto en un escenario distinto. La fotografía, el cartón, se sumaron así a la frialdad de los discursos sociológicos o periodísticos, creando un rico y complejo entramado discursivo con un fuerte componente estético. Ahora bien, a esta nueva y revolucionaria estrategia discursiva, correspondió también, en virtud de una ley implacable de algo que podríamos denominar física histórica, una fase contrarrevolucionaria, cuyo expediente más significativo lo constituyó la matanza de Acteal. Los caminos dejados tras este capítulo al movimiento social, en vez de la confrontación directa, fueron nuevamente el ejercicio de este contrapoder simbólico, que para el caso de 1997, estuvo mayormente influido por representaciones como la pintura, la escultura, la poesía y el cartel, aunadas a las ya citadas fotografía y cartón periodístico que se venían manifestando (por no mencionar a la música, el teatro y otras, que no son examinadas aquí). Así bien, este trabajo presenta ejemplos de tales representaciones en los géneros artísticos mencionados (colocando un fuerte acento en las artes visuales, como manifestaciones de una sociedad que se construye a sí misma actualmente más por la iconografía que por la escritura), bajo el supuesto de que éstas constituyen una contrapropuesta política a la violencia estatal y buscan un efecto de interpelación que abra un camino de paz y de resolución consensuada de los problemas en dicha región.

The present work follows the tracks of the artistic and symbolical issues, and their impact on people’s memory around the events that were happened on December 22th 1997 in the community of Acteal, Chiapas. This paper assumes that the preservation and symbolization of the State’s violence are action ways of a counter-power and signs of resistance from those which, as far as the modern political philosophy, should be the owners of the sovereignty, that is to say, the people. This symbolical tendence was a footprint of the Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), since the first days of its uprising, on January 1994. After twelve days of fighting against the Mexican Army, it was perhaps the discursive and symbolical core through the people’s consciousness, which stopped the hostilities and set the conflict in a different stage. The photography, the cartoon, were added to sociological and journalistic speeches, creating a new kind of discursive structure with a strong aesthetical issue. In other hand, at this new and revolutionary strategy accounted a counter- revolutionary phase, which most significant file was Acteal’s massacre. The response actions of the movement, instead the direct fighting, were the exercise of this symbolical counter-power. At 1997, the ways were mostly influenced by the painting, the sculpture, the poetry and the poster, besides the other kinds mentioned above. So, this work shows examples of those representations in the mentioned genres, under the fact that these ones are political counterparts to State’s violence and they seek an interpellation effect to a peaceful way of solving the conflict in that region.