27 juin 2014
https://www.openedition.org/12554 , info:eu-repo/semantics/openAccess
Juan Francisco Hernández Hurtado, « Capítulo IV. De guardián a labrador », Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, ID : 10.4000/books.cemca.2992
Su padre pone a Victoriano a ayudarles a arar las tierras para enseñarlos a manejar el arado y los bueyes y ya no volvió a ser guardián ahunque siempre por la miseria que tenia. Sus ropas heran andrajosas, faltos de alimentos pero él siempre contento. Todos los hijos al lado de sus padres. A veces levantaba buenas cosechas y a veces pocas. Siempre viviendo con el poder de Dios que no desampara a nadie. Asi se fue desarroyandose poco a poco y siempre axpiraba a ser un defensor de cristo. Se fu...