¡Situaciones indeseables o cómo podemos activar el poder de la negación!

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29 octobre 2023

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José Gomes Pinto, « ¡Situaciones indeseables o cómo podemos activar el poder de la negación! », Communication, technologies et développement, ID : 10.4000/ctd.9210


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Hablar de la concepción situacionista de la ciudad en tanto medio, es una petición de principio, porque en realidad nunca existió, ni fueron presentadas tesis metodológicamente válidas en materia de construcción arquitectónica sistemática por parte de este grupo activista. Aunque sí muchos apuntes dispersos. Se puede, todavía, intentar una forma aproximada de pensar el problema del espacio, del espacio urbano y del espacio mediático, desde una perspectiva situacionista y de su influencia en el activismo contemporáneo, maxime, si lo pensamos desde su uso en plataformas digitales. Aunque para estos seria simplemente una forma de poner en práctica el concepto de régimen político del espacio que ya había postulado Henri Lefebvre en sus textos, especialmente en su libro La producción del espacio (Lefebvre, 1991, passim). ¿Y qué se piensa o se quiere decir cuando se habla de un régimen político del espacio? Simplemente una forma de concebir el espacio como un lugar de articulación entre personas, entre formas de vida que pueden tener lugar en ese espacio como una construcción efímera; es decir, son formas de espacializar el tiempo, el presente, aunque ahora se utilicen también tecnologías conectadas en red. El régimen político del espacio se refiere siempre y, en primer lugar, a la forma vital de construir una situación como condición de posibilidad de una interacción vital (Debord, 1992a; 1992b). El urbanismo unitario es pues un concepto político alargado, quizás el concepto político por excelencia si nos situamos desde la perspectiva situacionista: una práctica activa que traduce las posiciones clásicas del término política para os griegos, que en su etimología remite precisamente a la noción de régimen, la fuerza que sirve a las personas que interactúan de cierta manera, según reglas que también están determinadas. Para los griegos, sólo era posible pensar la política cuando se relacionaba estrictamente con el concepto de comunidad, de koinonia, es decir, de compartir, pero también de don y dadiva, porque sin éstos la comunidad es falsa, es decir, mera proyección (screening). El activismo es, o siempre puede ser, una forma de negación; esa por lo menos fue siempre la intención de todo pensamiento de Debord como de su arte (Debord, 2000). Confrontaremos estas posiciones con las que enfrentamos en el activismo contemporáneo (Crary, 2022, p. 99) que ve en la tecnología y en los espacios virtuales o aumentados los nuevos espacios de confrontación política (Crary, 2022, p. 19). Usaremos los textos de Debord, los de la revista Internacional Situacionista y los de, a la sazón, eran sus intérpretes, aunque éstos no hagan cualquier referencia a los dos primeros.

Focusing on a situationist conception of the city as a medium is a petitio principii, since it never really existed, nor were methodologically valid theses presented in terms of systematic architectural construction by this activist group. Even though there are many scattered notes. We can, however, try an approximate way of thinking about the problem of space, urban space and media space from a situationist viewpoint and its influence on contemporary activism, even more so if we think about it from its use on digital platforms. Even though, for them, it was simply a way of putting into practice the concepts of the political regime of space, something that had already been postulated by Henri Lefebvre in his texts, especially in his book The Production of Space (Lefebvre, 1991, passim).And what do you think or want to express when you refer to a political regime of space?Simply a way of conceiving space as a place of articulation between people, between forms of life that can take place in that space as ephemeral constructions; that is, they are ways of spatializing time, the present, even though now networked technologies are now also used. The political regime of space always refers, and from the very beginning to the vital way of constructing a situation as a condition of possibility for a vital interaction (Debord, 1992a; 1992b). Unitary urbanism is, therefore, a broad political concept, perhaps the political concept par excellence if we situate ourselves from a situationist perspective: an active practice that translates the classical positions of the term politics for the Greeks, which in its etymology refers, precisely, to the notion of regime, the force that serves people who interact in a certain way, according to rules that are also determined. For the Greeks, it was only possible to think about politics when it was related to the concept of community, of koinonia, that is, of sharing, but also of the gift and bequest, because without these the community is false, that is, is only a projection (screening). Political activism is, or can always be, a form of denial: this was always the intention of all Debord's thought and his art (Debord, 2000). We will compare these positions with those we face in contemporary activism (Crary, 2022, p. 99) which sees technology and virtual or augmented spaces as these new spaces of political confrontation (Crary, 2022, p. 19). We will use Debord's texts and those of the International Situationist and also with those who, at the time, were his interpreters, although they do not make any reference to the former.

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