Fernando Díaz de Mendoza, marqués de Fontanar o el cuerpo aristocrático del delito

Résumé Es Fr

El artículo estudia la trayectoria de un actor famoso de finales del siglo XIX en España, enfocada desde la consideración que le tenían sus pares, o sea, la alta nobleza española a la que pertenecía. Primero aplaudido en tanto que actor aficionado cuando las funciones se desarrollan ante un público muy escogido, se convierte luego en blanco de muchas críticas que trasparentan como la alta nobleza se opone a que se ofrezca este “cuerpo” aristocrático a una mirada plebeya, a quien sea. Paralelamente, Fernando Díaz de Mendoza pregona la poca importancia que concede a sus títulos de nobleza e intenta crearse una biografía de actor según el modelo instituido por los más famosos: desde la llamada de la vocación hasta el triunfo, siguiendo una verdadera trayectoria heroica. Esta necesidad de inventarse otra identidad, así como las trayectorias diferentes de sus hijos (uno de alta nobleza también por su madre; los otros, hijos de una actriz) demuestran que el cuerpo aristocrático sigue considerándose como insoluble en el conjunto de la sociedad.

Cet article étudie la trajectoire d’un célèbre comédien de la fin du XIXe siècle en Espagne depuis le prisme du regard que lui portèrent ses pairs, c’est-à-dire la haute noblesse espagnole dont il était issu. D’abord porté aux nues comme comédien amateur quand les représentations se font dans un entre-soi très sélect, il est ensuite le centre de critiques qui trahissent le refus de voir ce « corps » aristocratique offert à un regard plébéien, au tout venant. Parallèlement, Fernando Díaz de Mendoza proclame le peu de cas qu’il fait de ses titres et tente de se créer une biographie de comédien telle que les plus grands ont pris l’habitude de le faire, qui dessine une véritable trajectoire héroïque, de l’appel de la vocation jusqu’à la consécration. Cette nécessité de se réinventer une identité et les différents parcours de ses enfants (l’un issu de la haute noblesse également par sa mère, les autres ayant une mère comédienne) prouvent que le corps aristocratique continue à se considérer comme non soluble dans la société.