Alegato por una tercera tópica. Una representación intrapsíquica del vínculo intersubjetivo, incluso antes del descubrimiento del objeto

Résumé En Es

The two topographies refer to a conception of the psyche organized in psychic places, or instances, which are the fruit of a process of intrapsychic differentiation. These two topographies are obviously still relevant today and we know the heuristic dimension they have from a clinical, technical and theoretical point of view when working with established subjects (children, adolescents and adults). On the other hand, when working in perinatal care, with fetuses/babies or with subjects who are still poorly or not very differentiated, these two topographies belonging to a metapsychology that is essentially intrapsychic, their use is inevitably questionable. It is a metapsychology of the link that is necessary here, which opens onto a «third topography» (Brusset 1988, 2006; Dejours 1986, 2002; Kaës, 2009) that makes it possible to overcome the divide between interpersonal and intrapsychic. The preobjective investment of the link accounts for the outward movement (intransitive demand) even before the other is identified as such, as illustrated by the treatment of autistic children. The investment of the link refers to the «sense of being», while the investment of the object refers to the «sense of being», sense of being and sense of existing being the two facets (narcissistic and objectal) of the Winnicottian «sense of being». The intransitive demand would not be addressed to the object but it would already testify to an investment of this intersubjective preobjective link whose intrapsychic representation we are trying to track down through the concept of the third topography. The framework of joint therapies offers a fertile paradigm for testing and clinically legitimizing the concept of the third topography.

Las dos tópicas remiten a una concepción del psiquismo organizado en lugares psíquicos, o instancias, que son fruto de un proceso de diferenciación intrapsíquica. Estas tópicas evidentemente siguen siendo relevantes hoy en día y conocemos su dimensión heurística desde un punto de vista clínico, técnico y teórico a la hora de trabajar con sujetos instaurados (niños, adolescentes y adultos). En cambio, a la hora de trabajar en perinatalidad, con fetos/bebés o con sujetos mal o poco diferenciados, inevitablemente se cuestiona el uso de estas dos tópicas que son parte de una metapsicología por esencia intrapsíquica. En este caso, lo que nos hace falta es una metapsicología del vínculo, que abra paso a una «tercera tópica» (Brusset 1988, 2006; Dejours 1986, 2002; Kaës, 2009) que permita superar la división entre interpersonal e intrapsíquico. La investidura preobjetal del vínculo da cuenta del movimiento hacia el afuera (demanda intransitiva) incluso antes de que el otro sea detectado como tal, como demuestran los tratamientos con niños autistas. La investidura del vínculo remite al «sentimiento de ser» mientras que la investidura del objeto remite al «sentimiento de existir», considerando el sentimiento de ser y el sentimiento de existir como las dos facetas (narcisista y objetal) del « sense of being» winnicottiano. La demanda intransitiva no se dirigiría al objeto, pero ya representaría una investidura de este vínculo preobjetal intersubjetivo cuya representación intrapsíquica intentamos rastrear mediante el concepto de tercera tópica. El marco de las terapias conjuntas ofrece un fértil paradigma para poner a prueba y legitimar clínicamente el concepto de tercera tópica.