El discreto encanto de la pluralidad social : O cómo atraer hogares burgueses a los ecobarrios

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Los ecobarrios (“écoquartiers” o “barrios sostenibles”), en boga en las ciudades francesas desde finales de la década del 2000, tienen la especificidad de ser socialmente mixtos, siendo habitados por una proporción importante de hogares de clase media alta (bourgeois). Estas familias ocupan viviendas caras rodeadas por viviendas sociales, pese a que suelen temer su proximidad y preferir la privacidad y el entre-soi de los barrios acomodados. ¿Cómo puede explicarse esta paradoja ? Al explorar la construcción de un barrio ecológico parisino, este artículo analiza los resortes políticos y económicos que respaldan esta inusual combinación. El argumento que avanzamos es que, al centrar la política de pluralidad social en la vivienda social, los políticos locales dejan el poblamiento de la vivienda privada en manos de los promotores inmobiliarios. Al favorecer las viviendas de alta gama, consideradas más lucrativas, los promotores se dirigen a los hogares más solventes, lo cual lleva a urbanistas y arquitectos a adaptar el barrio a estos habitantes, poco familiarizados con la pluralidad social. Estos no solo hicieron que dicha pluralidad se desplegara de manera discreta dentro del barrio, sino que obraron para darle un carácter distintivo a los espacios públicos y privados, de acuerdo con las aspiraciones de las clases altas.