La geomímesis, o el arte de utilizar las simbiosis naturales para combatir el cambio climático

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Si buscamos las formas más eficaces de alcanzar el equilibrio de las emisiones de carbono para 2050, la naturaleza nos proporciona un laboratorio de 3.500 millones de años de mejoras en la eficiencia energética. El geomimetismo (biomimetismo al servicio de la protección del clima) ofrece vías para descarbonizar los procesos industriales (pasando de una industria térmica a una orgánica) y mejorar los sumideros naturales de carbono. Las simbiosis entre los seres vivos son elementos clave para el biomimetismo, ya sea para la síntesis de materiales o para el ciclo de transformación del CO2 atmosférico en formas estables e inertes de carbono. Se trata por tanto de estudiar a fondo estas simbiosis y ponerlas “a nuestro servicio”, con el fin de sustituir los hidrocarburos o evitar la tentación de la geoingeniería. Para ello, es necesario adoptar políticas públicas reales sobre el clima.