Sobre la huella de carbono de los franceses : Una primera encuesta sobre su comportamiento

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En numerosas ocasiones hemos informado en nuestras columnas sobre diversos escenarios de transición ecológica o energética, elaborados por organismos franceses o internacionales (Agencia Internacional de la Energía, Agence de la transition écologique, Réseau de transport d'électricité, etc.). La mayoría de estos ejercicios de previsión hacían hincapié en el hecho de que, para intentar limitar el cambio climático de aquí a finales de siglo, los avances técnicos no serían suficientes, o no se producirían lo bastante pronto, y que tendríamos que basarnos decididamente en cambios de comportamiento y estilos de vida. En otras palabras, fomentar cuanto antes la sobriedad ecológica es una palanca esencial para preservar las condiciones de vida del planeta para las generaciones futuras. Para ello, resulta esencial poder apoyarse en indicadores que muestren dónde se sitúan los márgenes de maniobra para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Este es el objetivo de la «huella de carbono», que mide de forma bastante precisa las emisiones de todos los agentes económicos. En este artículo, Jérôme Boutang analiza la huella de carbono de los franceses, revelada por una encuesta en la que se les preguntaba por su estilo de vida y sus pautas de consumo. Tras presentar la metodología y las ventajas de esta encuesta (que se basa directamente en los comportamientos), pasa a detallar los principales resultados: distribución de la huella en el territorio nacional, por sectores de actividad, características socioeconómicas (según el nivel de ingresos o la profesión), etc. Este «perfilado» detallado permite tomar conciencia, a nivel individual, de los gestos más emisivos y de las posibles acciones para remediarlos. También permite a los responsables políticos identificar los márgenes y las palancas de actuación para desarrollar herramientas/incentivos para una mayor sobriedad colectiva. S. D.