13 mai 2022
https://www.openedition.org/12554 , info:eu-repo/semantics/openAccess
Gavaldà Torrents Antoni et al., « ¿Cómo abordar didácticamente los conflictos en la historia? », Presses universitaires de Perpignan, ID : 10670/1.eni6gh
Partimos de la constatación de que el conflicto es una parte esencial de cualquier sociedad: además de los conflictos internos inherentes a la vida en común dentro de un colectivo humano, existen los conflictos con el «otro» —sea este definido según frontera estatal, cultura, adscripción religiosa o cualquier otro criterio—. Históricamente, la manipulación de determinados conflictos ha tenido una gran utilidad para cohesionar las sociedades y legitimar los poderes existentes.A partir de esta reflexión, creemos que la idea de conflicto es un puntal en las clases de ciencias sociales del todo necesario para avanzar en la enseñanza-aprendizaje de la disciplina de la historia. Estudiar un conflicto implica preguntarse el porqué, el cómo ha surgido, el cuándo y el cómo se puede solucionar.Abordamos diferentes tipos de conflictos y qué aportan las diversas ciencias sociales para su comprensión y resolución. Posteriormente analizamos los currículos catalanes de Educación Primaria y de Educación Secundaria Obligatoria para detectar cuándo y con qué objetivo didáctico aparecen conceptos como conflicto, confrontación, guerra, paz o memoria. De este análisis y de la consulta de algunos manuales escolares puede extraerse que en la Educación Primaria el conflicto no aparece con la fuerza necesaria, mientras que en la Educación Secundaria Obligatoria sí que se afronta de manera más decidida, especialmente a medida que los programas llegan a la época contemporánea.Más allá de los currículos y de los libros editados, presentamos el impacto de propuestas teóricas procedentes de la didáctica de las ciencias sociales como las «cuestiones socialmente vivas», los «problemas sociales relevantes» o los «conceptos clave», que enlazan con los conceptos esenciales de las ciencias sociales y en los que inevitablemente entra la noción de conflicto. Finalmente, proponemos, como una de tantas otras posibilidades, el trabajo sobre repercusiones sociales e intereses existentes a partir de los datos de compraventa de armamento.En conclusión, reivindicamos la utilidad de la historia como elemento imprescindible en la formación de los jóvenes, utilidad que pasa por ocuparse de los conflictos de forma efectiva. El conflicto en la historia, así considerado, es una auténtica arma de aprendizaje para formar ciudadanos comprometidos, pues fortalece que puedan ser críticos con conocimiento de causa.