Autobiografía e historia : el relato histórico mediante el relato de sí en la anarquismo español. Estudio comparativo de las obras : Federico Urales, Mi vida (1930) y Federica Montseny, Mis primeros cuarenta años (1987)

Résumé Es Fr

El movimiento anarquista arraigó principalmente en Cataluña –donde la población era en mayoría obrera–. En esa misma región se fundó, tras la Primera Internacional de 1864-1876, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), antes de que naciera la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910. El individualismo inherente al anarquismo hace que la escritura autobiográfica se encuentra con bastante frecuencia entre su bibliografía. Tras la dictadura, y quizás a causa de la «desaparición» del movimiento ácrata, la cantidad de esas escrituras del «yo» explotó. Este disparo fue también un intento por parte de los exiliados de volver a acercarse a sus coetáneos y sensibilizar sobre su historia. La militante anarquista Federica Montseny, en una entrevista al País, adoptó una posición muy crítica sobre la negación del valor del testimonio en la historiografía. En este trabajo se analiza su autobiografía Mis primeros cuarenta años (1987), así como la de su padre Joan Montseny «Federico Urales», Mi Vida (1930), con el fin de determinar cómo un género centrado en sí mismo – o en un personaje de sí mismo – puede convertirse en un género que da la vuelta hacia los demás. Compararemos las dos obras y la relación que lo íntimo entabla con lo político con una perspectiva cronológica, e intentaremos evidenciar los vínculos entre verdad individual e histórica.

Le mouvement anarchiste espagnol naît principalement en Catalogne, communauté en majorité ouvrière, où est fondée après la Première Internationale de 1864-1876 l’Association Internationale des Travailleurs (AIT), qui précède la Confédération Nationale du Travail (CNT, 1910). Les anarchistes étant très attachés à la valeur du témoignage individuel, l’écriture autobiographique constitue une grande part de leur bibliographie. Après la dictature, et peut-être à cause de la « disparition » du mouvement, le nombre de ces écritures du « moi » explose. Cette forte augmentation est aussi une tentative, pour les exilés, de se rapprocher de leurs contemporains et de sensibiliser à leur histoire. Dans une interview au País, la militante anarchiste Federica Montseny adopte une position très critique sur la négation de la valeur du témoignage dans l’historiographie. Ce travail analyse son autobiographie Mis primeros cuarenta años (1987), ainsi que celle de son père Joan Montseny « Federico Urales » Mi Vida (1930), afin de déterminer la façon dont un genre littéraire centré sur soi-même – ou sur un personnage de soi-même – peut devenir un genre tourné vers les autres. Nous comparerons les deux œuvres et la relation que l’intime entretient avec le politique, avec une perspective chronologique, et nous essaierons de mettre en évidence les liens entre vérité individuelle et historique.