Fechas de aniversario y resurgimiento emocional: descifrar, anticipar, transmitir

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El diagnóstico prenatal, por el contexto de previsión que crea, tanto por parte del bebé como de su entorno, es una situación experimental en la que surgen emociones en cadena. Es una oportunidad para analizar cómo se reactivan ciertas áreas de memoria para hacer frente a la anticipación de las futuras etapas del embarazo, el nacimiento y los primeros años de vida del niño. La interdisciplinariedad en el ámbito de la obstetricia ha permitido a los psiquiatras infantiles estar atentos a la aparición de desórdenes emocionales dañinos en el establecimiento de las relaciones entre padres e hijos: desarmonía interactiva, depresión posparto y posteriores trastornos del desarrollo. Los equipos descubren su capacidad para perfeccionar la identificación de los desajustes emocionales y descifrar los estados de desasosiego parental. Las fechas de aniversario, que marcan la vida psíquica, han alertado desde hace tiempo a los psicoterapeutas, que interpretan su impacto a posteriori. El cambio que ofrece el enfoque activo de anticipación del diagnóstico prenatal es que permite adaptar el contexto de aparición de una reactivación emocional en el momento en que aparece, movilizando así el riesgo de repetición traumática. Al realizar una anamnesis detallada, la anticipación de las fechas de riesgo se convierte en una cuestión de salud pública importante que concierne a todo profesional involucrado en el seguimiento obstétrico, siempre que no se quede solo ante una situación familiar compleja. Las posibilidades de intervención del psiquiatra/psicólogo infantil en primera y/o segunda línea permiten a todos los protagonistas de la atención enriquecer los ejes de la prevención en una sinergia de acción constantemente en cuestionamiento.