¿Cómo podemos luchar por un entorno «suficientemente bueno» para los bebés en el exilio?

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Los cuidados transculturales a las madres y a sus bebés están pensados y organizados a partir de los conceptos winnicottianos que se resumen en la famosa frase «...no existe tal cosa llamada bebé». El cochecito del psicoanalista encuentra equivalentes en otras culturas, como signo de un entorno cuya calidad es ser «suficientemente bueno». En la preocupación por el cuidado desde la maternidad, se analiza escrupulosamente el entorno de la pareja madre-hijo en el exilio para que no sea lo contrario de «suficientemente bueno»: deficiente, inestable, hostil o no apto para favorecer las habilidades maternas. Las madres, a menudo sometidas a graves traumas, ya no están disponibles psíquicamente para sus bebés, al estar preocupadas por una rutina diaria invasiva y una lucha psicológica contra los efectos del trauma. El cuidador también estará atento a sus sentimientos, que se convertirán en un indicio del riesgo de intrusismo del entorno en el desarrollo del bebé. A continuación, se proponen prácticas de atención multidisciplinarias y culturalmente sensibles.